En el circo mediáticopolítico dominante se usa el entusiasmo y la decepción como recurso permanente para fabricar ciertas movilizaciones sociales

Con los votos se narra una historia de saberes y de ignorancias acosados por tensiones e intereses plagados con claroscuros.

Está activado un movimiento de masas que construye su agenda de lucha inspirado en sus propias luchas.

Su complejidad no está solo en la semántica, sino en la utilidad de dar sentido.

El asunto es tan serio que no debe encapsularse como un antojo de ocasión ni de sabihondos

Los efectos de la “necrocultura” bélica son realmente preocupantes.

Estamos intoxicados con 'fake news'; la relación entre ver y pensar está fracturada, y nada o casi nada nos mueve o nos conmueve.

El show de la barbarie histriónica y el estilo energúmeno en la comunicación política proliferan.

En el corazón de la guerra mediática habita la aberración supremacista, 'reloaded', empeñada en convencernos de que ellos siempre tienen la razón.

La educación en materia de comunicación es una mercancía más determinada por las leyes del mercado y las necesidades de control burgués sobre las masas.